Falsos brujos remitidos al penal de San Pedro

El colombiano Iván P.S. (maestro Carlos), el argentino Ariel P.H. (maestro Ariel) y el denominado "maestro salvador", Armando C.G., fueron remitidos ayer al penal de San Pedro con detención preventiva por determinación del juez segundo cautelar, Sergio Vásquez, por el delito de estafa agravada con víctimas múltiples.

Esa información la proporcionó anoche la fiscal de Distrito, Dubeysa Palacios, quien señaló que el actuado se inició a las 15:00 horas del lunes 16 de mayo, en el Tribunal Departamental de Justicia.

"Se conoce que existirían varias víctimas engañadas, estafadas por los súbditos extranjeros, se aprehendió a tres personas, quienes tomando en cuenta la fe y poco conocimiento de las personas han procedido a inducirles para sacarles un monto económico, con el argumento de que las víctimas tenían maleficios, problemas de salud y que solo ellos podían curarles", dijo.

Los falsos curanderos cobraban según la víctima. Asimismo, se supo ayer que se acercaban a las iglesias católicas con la finalidad de vender estampitas de santos y crucifijos e identificar a sus posibles víctimas.

ANTECEDENTES

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), teniente coronel Iván Luizaga, dijo el fin de semana reciente que los estafadores anunciaban su actividad colocando publicidad en prestigiosos medios de comunicación radiales y televisivos.

Su lugar de operación eran hoteles donde esperaban a sus víctimas, no sólo les leían la suerte, sino también les hacían creer que estaban con maldiciones o con enfermedades terminales, motivo por el cual les timaban sacándoles grandes sumas de dinero.

Situación que le ocurrió a una señora de pollera, a quien le sacaron 78.830 bolivianos, advirtiendo que si la víctima no se hacía la curación, toda su familia moriría. Previamente la víctima les compró una Cruz de Caravaca para que los falsos brujos le digan acerca de su estado de salud.

Los tres presuntos estafadores fueron aprehendidos el sábado por la tarde, luego de encontrarles en flagrancia estafando a la víctima que denunció el hecho.